DECIMOQUINTA CONCENTRACIÓN POR LA VERDAD,
LA JUSTICIA Y LA REPARACIÓN.
DONES LLUITADORES, DONES RESISTENTS.
Mujeres luchadoras,
MUJERES RESISTENTES
Mujeres que por fin ya no eran sólo hijas de, madres de, hermanas de, de hombres. Eran mujeres que tenían derechos, que conquistaban derechos, que hacían valer derechos en una sociedad que las otorgaba el título de ciudadanas. Eran las mujeres de
Mujeres que tras el golpe de estado fascista y la cruenta lucha por la defensa de la legalidad republicana estuvieron al frente, milicianas con el fusil haciendo frente al enemigo, conductoras, aviadoras, correos en primera línea de fuego. Mujeres que ocuparon en la retaguardia los puestos de trabajo que habían dejado los hombres: tranviarias, constructoras de refugios y trincheras, trabajadoras en fábricas de munición, ... Mujeres que se organizaron y que hicieron funcionar unas ciudades y unos campos sin hombres, trabajando sin descanso con la ilusión de que el sueño de su emancipación fuera una realidad al día siguiente.
Mujeres que tras la victoria de los fascistas también quedaron cautivas y desarmadas y sufrieron la represión tanto o más que los hombres, pero en el silencio y el sacrificio que durante siglos la sociedad machista católica había impuesto. Mujeres rapadas, violadas, humilladas, exhibidas por las calles después de tomar la popular ración de aceite de ricino. Mujeres en las cárceles, castigadas por sus ideas o por las ideas de los hombres que las rodeaban, torturadas física y psicológicamente, que sufrieron hambre y enfermedades, algunas de las cuales nunca traspasaron los muros entre los que estaban cerradas. Mujeres con consejos de guerra, condenadas a muerte y asesinadas, mujeres que eran paseos de noche y de día, mujeres desaparecidas. Mujeres a las que robaron los hijos o que vieron cómo se les morían de hambre en los penaltis. Mujeres rojas arrastreros de pecados de libertad, transmisoras del gen rojo, que llevaban niños en el mundo que debían ser separados de estas madres enfermas de progreso, algunos de estos niños frutos de las violaciones de los falangistas durante los interrogatorios, entre paliza y paliza . Mujeres del exilio que perdieron a sus hijos a las playas francesas, que dejaron su vida allí, otros aún más lejos, los campos de concentración nazis. Mujeres sufridoras y luchadoras que no cayeron en el desánimo porque tenían que luchar muy duro para sacar adelante lo que quedó de su hogar y su familia, desde dentro y desde fuera de las prisiones.
Puntales de la sociedad sobre los que se construyó la resistencia y la lucha antifranquista, relegadas a un papel secundario, constituyeron la logística y la infraestructura sin la cual cualquier proyecto fue condenado a derrumbarse. Mujer pero no siempre compañera, imprescindible pero en segunda fila, generosa pero mal pagado. Sin voz durante demasiado tiempo. Para estas mujeres es nuestro homenaje, para las mujeres de los rojos, para las mujeres rojas, republicanas y antifascistas.
Queremos recordar que en 1931 llegó democráticamente una república con una constitución que hizo posible que la mujer, por fin, disfrutara del estatus de ciudadana. Muchas de estas mujeres están esperando que su derecho a la verdad, la justicia y la reparación sea una realidad. Y esto nos recuerda que el lunes día 6 de diciembre se volverá a celebrar una jornada para conmemorar la constitución del 78, monárquica por la gracia del dictador. Y que justamente esta tan alabada constitución, que la mayoría de la población actual no votó, cierra el paso, o eso dicen, a este derecho a la verdad, la justicia y la reparación para estas mujeres y para todos los luchadores antifascistas. Aquesta constitució és una trinxera d'impunitat, refugi d'aquells que van formar part de l'aparell de la dictadura franquista i la pactista transició. Esta constitución es una trinchera de impunidad, refugio de aquellos que formaron parte del aparato de la dictadura franquista y la pactista transición.
Enviado por Mesa de Cataluña
Remitido por interés
“La libertad de expresión e información significa, entre otras cosas, darle contenido a la pluralidad, nuestra auténtica riqueza, siendo intolerantes ante los que se enervan por no aceptar, nosotros, ser unos desmemoriados.”
A la memoria de las “Trece rosas” |