POR: PEDRO GALLARDO
Hacerle la pelota al poder o no hacérsela
Y es que Noan, mi admirado Chomsky me estimula acerca de cómo el poder ejerce sus estrategias de dominio, los oligopolios mediáticos conservadores de privilegios en las élites. Como se vanaglorian al dirigirse al gran público tratándonos como criaturas, como mediocres, plasmando reflexiones exentas de emociones ,pues el poder se ejerce desde la supremacía engañosa de la frialdad, dándoselas de que conocen al personaje mejor que ellos mismos no faltándoles el recurso vil de reprocharles lo que hicieron por ellos en otros “tempos”. ¡ Qué grande e incomprendido para estos vividores es el gran Noan, incomprendido por descubrirles sus limitaciones no a reconocer !.
Pues como dice el titular, tiene diferente signo, resultados, consecuencias. En esta Melilla tan peculiar, pasan estas cosas también. Uno opina, escribe, lo envía a los medios y encuentra acogida mayoritariamente, pero en algún medio en concreto, “nones por sistema”. Te preguntas, ¿ qué es lo que pasa ?, y encuentras la respuesta, que te impulsa y da fuerza, alas para seguir dando a conocer, opinando, valorando a tus anchas y libre juicio, sin aceptar te domestiquen a llamen al redil por discurso que interesa, a su innoble para mí causa, visión estrecha de la libertad de expresión, ellos que van de demócratas, aperturistas y mecenas del dominio del sistema, ellos que van de “popes, incisivos, determinantes”, ¿ se reconoce por riqueza interior el excelso editor ?, cosa que no dudo, pero el sentido interrogativo le da morbillo al “hoy diario.
He leído con detenimiento el contenido editorial de este domingo en su medio “ mediático” y lo he visto mas claro, en sus comentarios sobre el Sr. Velázquez. Usted parecer ser casi lo puso, o sin casi, y ahora le llama a ir por el buen camino, cual santo profeta nada intuitivo, sino con ardiles, con poder, salvaguardando el estatus actual y futuro, garante desde fuera, pero decisivo movedor de marionetas. ¿ Quien le mueve a Vd, su conciencia, su infabilidad o los intereses filantrópicos y el hacer a cambio de nada ?. No conteste la pregunta a este don nadie, ninguneado por sistema en su medio, por crítico, laico, rojeras, insumiso, libertino, no dócil y exigente y, freno autoconcederme tantas flores, así me animo y pongo alta mi dignidad, espero longeva, sino ¿ pruébenlo ?.
Y es que en esta Melilla existen “los intocables”, los apellidos de raza y casta, la “beauty people”local, los que deciden el destino y desarraigan al cretino e indomable advenedizo. Este intocable ha errado al afirmar que no tendría eco suficiente la carta de nuestro expresidente en los medios locales, habiéndolo sido, en todos sin excepción, ¿ vale ?.
De vez en cuando se permiten lucir su oratoria semanal, dando consejos, determinando el devenir como guardianes de media distancia. Siguen moviendo los hilos de quienes se prestan a ello, dictando sentencia y control, y al ¡este ni agua ni jarilla a sus ideas!, que es lo que me pasa a mí, curiosamente solo en su medio melillense de tirada diaria, del hoy y mañana, que como ve no se necesita expresar mas claro, pues hay por suerte buenos entendedores.
Y uno que escribe y se expresa desde la libertad, está ya acostumbrado a obstáculos y fronteras, pero no a silenciarlas, aunque su poder ilimitado dicte la orden directa o indirecta de que esto no salga publicado en su medio y contactos dirigidos a los allegados, por relaciones de fraternidad gremial , en la que no me siento hermano.
Si la suerte me llama a recibir respuesta por alusiones de tan alto humano, prometo hacerle un marco en mi rincón de redactados. Si no es así, me queda haberme dado el gustazo de expresarme en conciencia, viéndome en pantalla reflejado y con el fondo del maravilloso Heredia, Don Víctor argentino, al son y letra de su canción “coraje”, que falta hace en esta realidad de sumisos y pagados, despersonalizados y asentidores del sátrapa de turno, temporales y felizmente a caducar. Y lo expreso sin ira y con libertad, como la referencia de Don Ignacio a la canción de “Jarcha”, espero que con su generosa comprensión, en compartir ocasionalmente pareceres en licencia para expresar.