LOS OPTICOS DE NUESTRA CIUDAD, ADVIERTES SOBRE EL PELIGRODEL USO DE LUPAS GAFAS
Por lo que alerta del peligro y se suspendan sus compras en bazares y establecimientos no autorizados
Por lo que alerta del peligro y se suspendan sus compras en bazares y establecimientos no autorizados
Redacción: 22 Julio 2010: La Delegación de Melilla del Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla, en un extenso comunicado-informe, advierten sobre el peligro de utilizar “lupas gafas” premontadas para los usuarios con presbicia que se suelen vender en numerosos establecimientos como tiendas de regalo, bazares, gasolineras, supermercados y farmacias, ya que se fabrican con lentes de baja calidad óptica y se ofrecen al ciudadano sin el asesoramiento de personal cualificado, lo que puede provocar importantes daños visuales, según el Colegio Oficial de Ópticos Optometristas, se trata de lupas gafas que son vendidas como producto sanitario y que el usuario adquiere sin una adaptación previa e individualizada por parte de un profesional de la visión. En este sentido, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla advierte que este tipo de gafas no son la solución adecuada para la presbicia o vista cansada, ya que su uso puede acarrear consecuencias perjudiciales para la salud visual. La presbicia o vista cansada es un defecto fisiológico natural que empieza a manifestarse a partir de los 40 años de edad. A estas edades, el músculo ciliar y el cristalino pierden elasticidad, y por tanto, disminuye la capacidad de acomodación o enfoque del ojo a distancias cercanas. Se comienza a manifestar con síntomas tales como visión borrosa o incómoda cuando se lee o trabaja en visión próxima, y la solución inmediata, que inconscientemente se toma, es alejarse el texto que se esta leyend, según los profesionales de la visiona de Andalucía, Ceuta y de nuestra ciudad, las personas que empiecen a manifestar síntomas de presbicia o vista cansada, deben acudir al profesional de la visión que, tras los exámenes pertinentes, aconsejará acerca de la corrección visual más adecuada en función de sus necesidades, características y estilo de vida. En este sentido, existen varios tratamientos ópticos para la presbicia, entre los que se incluyen las lentes monofocales, bifocales, ocupacionales y progresivas, así como las lentes de contacto, o incluso se puede retardar su aparición realizando ejercicios de terapia visual. En este sentido, las lupas gafas premontadas se fabrican con unas medidas estándares de distancia interpupilar y graduación que sólo coincide con un 5 por ciento de la población con presbicia. Las lentes están fabricadas en su gran mayoría en plástico inyectado y sin ningún tipo de tratamiento, por lo que la imagen que producen tiene una gran cantidad de aberraciones, y no cuentan, en la práctica, con ningún tipo de control sanitario ni de calidad óptica. Son los propios usuarios los que eligen el aumento o la potencia de sus lentes, de forma que, además de incumplirse la ley, no es posible evaluar con suficientes garantías si existen otro tipo de anomalías visuales, binoculares o patologías. Precisamente cuando aparece la presbicia, es una buena edad para realizarse una revisión completa de visión para detectar y prevenir posibles problemas que nos pueden conducir a la ceguera, como el glaucoma, la degeneración macular asociada a la edad, y diversas retinopatías. Además, continua el informe-comunicado, no tiene en cuenta ni los centros pupilares, ni los ejes visuales, ni los astigmatismos ni las diferencias de graduación entre ambos ojos, pues los cristales que monta son iguales en potencia, por lo que su uso no ayuda en estos casos, mas bien perjudica y mucho la visión binocular. La presbicia es una anomalía que evoluciona con el tiempo por lo que según explica Leticia Anavitarte, delegada en Melilla del Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla, “las lupas gafas premontadas no son una solución ni a corto ni a largo plazo. El uso continuado de este tipo de gafas además puede originar, entre otros, futuros problemas de adaptación a lentes progresivas, deficiencias acomodativas, desequilibrios binoculares, astenopías y anisometropías, deteriorándose la visión de un ojo sobre otro. Al estar las lentes montadas bajo un estándar de distancia interpupilar, el centro óptico de las lentes no coincide el eje visual de los ojos, por lo que el uso continuado de este tipo de artículo, induce diversos efectos prismáticos y se producen síntomas de disconfort visual y, a corto plazo, un deterioro de la visión binocular”, concluye Anavitarte.
El Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas, ya alerto en Junio del Pasado año
El Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla ya alertó en junio de 2009 de que, a pesar de que existe un marco regulador preciso, que exige la adaptación individualizada de los productos sanitarios que así lo requieren por personal sanitario especializado, la venta de estos artículos sin ningún tipo de control ni información al usuario era tolerada por la administración. Esta situación estaba provocando la desprotección en el ámbito de la salud y de la seguridad de los consumidores, así como una clara inseguridad jurídica. Sin embargo, a día de hoy, a pesar de que ha logrado reducirse, continúa existiendo la venta incontrolada de este tipo de lupas gafas, cuyo uso habitual puede traer como consecuencia la incapacidad de evaluar distancias, lagrimeo, cefaleas, imposibilidad de concentración, irritaciones, fatiga prematura e incluso, en casos extremos problemas graves de visión binocular, como visión doble, llegando el cerebro a suprimir la imagen de uno de los ojos para evitar esta doble imagen. Y es que este tipo de lentes son fabricadas principalmente e industrialmente en países asiáticos, que incumplen la normativa legal establecida en el Real Decreto 414/96 que regula los productos sanitarios, consiguiendo mantener, de esta forma, unos costes excesivamente bajos. Así, su posterior venta minorista genera grandes beneficios que se sustentan en la desprotección sanitaria del ciudadano.
Sin embargo, estas lentes son un producto sanitario, puesto que tal como se establece en el Art. 6 del Real Descreto 414/96 se trata de un producto destinado por el fabricante a ser utilizado por personas con fines de compensación de una deficiencia, en este caso visual.
Por ello, las lupas gafas premontadas, debido a su concepción y a su fabricación industrial, no se pueden adaptar de manera individual, ni siquiera cuando son comercializadas en establecimientos sanitarios de óptica, de manera que no son aptas para su uso de manera continuada como corrección de un defecto refractivo común.
El Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla explica que no existen en la práctica defectos visuales susceptibles de ser compensados de manera generalizada mediante lupas gafas premontadas industrialmente, obviando la previa prescripción profesional, del defecto visual del paciente.