REMITIDO POR: CASA DE MELILLA EN ALMERIA
EN EL ZAPILLO DE ALMERIA
CON EL PENSAMIENTO EN COREA DE MELILLA
Así en una gran tarde veraniega, aunque con bastante niebla, boria hablando en términos marineros sobre las siete de la noche, el piso bajo, el popularmente conocido como Chiringuito abrió sus puertas para recibir a sus socios, que fueron llegando, mientras el Paseo Marítimo de Almería empezaba a poblarse de gente, ávidos de ver la procesión marinera con su virgen a bordo, que este año adelantó su salida, para no interferir mucho en el ir y venir de los barcos hacia y desde el puerto de la capital almeriense.
Poco después de las siete de la tarde, empezaron a salir del cercano puerto pesquero, los barcos en procesión, llevando el primero de ellos, a bordo a su señora ¡la Virgen del Carmen!, a todos ellos les abría camino, o mejor dicho agua, una patrullera de la armada española, sumada a la procesión.
Así, si bonito fue ver los barcos que esta vez no salían a faenar, sino a acompañar a su Virgen, impresionante fue ver, como todo un monstruo del mar, el barco – correo que a esa hora llegaba a las costas de la ciudad de Almería, procedente de Nador, paraba sus máquina para dejar pasar a la procesión, ¡para dejar pasar a nuestra señora la Virgen del Carmen!.
Los embajadores melillenses en Almería, un poco dispersos a esa hora por el paseo marítimo almeriense, hablaban entre ellos viendo estos actos y al unísono, saltaban algunas lágrimas, pues algunos de ellos se acordaba de las fiestas vividas ese día en el barrio de enfrente, ¡en el barrio de ¡Corea!! , y en todos ellos el recuerdo a los pescadores melillenses y a la gran flota pesquera que hubo, no hace muchos años, en nuestra ciudad.
Posteriormente, los socios de la Casa , pasaron al interior del Chiringuito, pues este año debido a las obras de saneamiento de la fachada, no pudieron instalar su terraza. a degustar todo lo que previamente habían preparado en sus cocinas el grupo de socias y socios – cocineros
Así rodeados de chorizos, atún, tortillas y cerveza, los socios fueron pasando la noche, la magnifica noche, hablando, en su mayoría de sus recuerdos melillenses y de lo que para unos y otros significaba, de una forma u otra, la festividad del día. También y dado que en el grupo había una Carmen, se brindó por las “Carmenes”
Y ya, al filo de la una de la madrugada el Chiringuito, envidia de todo el paseo marítimo de Almería, cerró sus puertas, quedándose algunos con las ganas de seguir la fiesta, pero en la fiesta de verdad que a buen seguro, a esa hora, se tenía que estar celebrando en la vecina Corea, fiesta que con un poco de imaginación, algunos veían, allí, enfrente..

