NUESTRO PERIÓDICO DESDE SU FUNDACIÓN EL 13/06/2010 AL DÍA DE LA FECHA

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NACIMOS LIBRES, SOMOS LIBRES Y CONTINUAREMOS SIENDO LIBRES

martes, 24 de agosto de 2010


POR: AMIN AZMANI

DIPUTADO PSOE ASAMBLEA DE MELILLA

HORA DE HACER BALANCE:

LA DIPLOMACIA VENCIÓ AL OPORTUNISMO


Los incidentes acaecidos en la frontera de España con Marruecos, en Melilla, han llegado a su fin, muy a pesar de quienes a ambos lados de la frontera han intentado continuar con la agitación y aumentar el grado de crispación. Eso pretendía tanto el amigo en Facebook del Presidente de la Ciudad de la Ciudad Autónoma de Melilla (PP), Chamtri, que desde el lado marroquí lideraba las movilizaciones bajo el lema “abramos el debate de la conolización”, como Aznar, Pons y Rajoy organizando en el lado español dos visitas dirigidas a cuestionar el papel del Gobierno de España en este asunto.

Ambos, agitadores marroquíes y oportunistas españoles, han salido dilapidados gracias al triunfo, una vez mas, de la diplomacia como herramienta para limar asperezas y superar situaciones tensas. La labor del Gobierno de España, liderada por los ministros Blanco, Rubalcaba y Moratinos pone de manifiesto la existencia de dos modelos de gestión de bretes internacionales: uno, la diplomacia y el diálogo que cosecha éxitos y acuerdos que benefician a las partes implicadas. En este sentido, han logrado que vuelva la normalidad a Melilla y de paso logramos introducir en la agenda de acuerdos temas como la lucha antiterrorista o el control de la inmigración irregular. Y otro, el de la crispación y el oportunismo que no duda en recurrir a ejercicios de deslealtad institucional para hacerse notar. Este último modelo imperó sin escrúpulos durante los 8 años de Gobierno de Aznar. Nadie olvida nuestro aislamiento internacional al que nos llevó Aznar y el PP, saliendo del corazón de Europa, enfrentándonos a países con los que nos unían lazos económicos y estratégicos como los que integran Latinoamérica y el arco mediterráneo o apoyando conflictos unilaterales como la Guerra de Irak.

Los melillenses y toda España nos toca ahora valorar quien ha dado verdaderamente la cara por Melilla y sus ciudadanos y quien ha preferido hacerse la foto a costa de un mal trago provocado por agitadores marroquíes, liderados en todo momento por un amigo de Imbroda (PP) en la red social Facebook. Nuevamente, es necesario hacer balance:

Balance Gobierno de España y PSOE:

 El Gobierno de España, desde la prudencia, ha lanzado mensajes contundentes: apoyo incondicional a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y llamamiento al fin del bloqueo de la entrada de mercancías a Melilla.
Inyección de diplomacia y diálogo: visita a Rabat del Director General de la Policía y la Guardia Civil para suavizar las tensiones y preparar la agenda de visita a la capital marroquí del Ministro del Interior, Pérez Rubalcaba.
El PSOE apoya de forma incondicional a nuestra Policía, pone énfasis en las buenas relaciones con el país vecino y rechaza las pretensiones del PP de elevar el tono de la tensión.
Marruecos ordena la retirada de las pancartas y pone fin al bloqueo de mercancías hasta el fin de Ramadán y a la espera de la reunión con Rubalcaba.

Balance Gobierno de Melilla y PP:

Imbroda rehúye buscar unidad con todas las fuerzas políticas de la Asamblea de Melilla y se entrega a los mandatos de Genova que, por el contrario, son rechazados por el Gobierno de Ceuta (PP)
González Pons visita Melilla inmediatamente después de la activación de la diplomacia española y pone énfasis en la existencia de “máxima tensión” en Melilla. El resto de la visita lo dedica a hacer campaña asistiendo a ruptura institucional del ayuno y visitando templos religiosos. 
Aznar visita Melilla con su hijo Alfonso, sin aviso (que no permiso) al Gobierno de España, para visitar 2 minutos la frontera de Melilla, dar una vuelta por las calles de la Ciudad y ofrecer una conferencia de prensa en la que resalta la “dejadez” del Gobierno de España.
Rajoy, cuestionado, se ve forzado a salir públicamente por la inesperada visita de Aznar a Melilla y apoya al expresidente como callejón sin salida.

Lo dicho, diplomacia vs oportunismo. La diplomacia ejercida por el Gobierno se asemeja al dicho de “lo cortés no quita lo valiente”, es decir, prevalece la necesidad de mantener buenas relaciones diplomáticas pero no resta que el Gobierno de España cumpla sus compromisos con valentía con los conciudadanos melillenses -deseosos de sentirnos arropados por el conjunto del país por hechos comos los ocurridos en estos días-. Y en efecto, así ha sido durante los últimos 6 años de Gobierno Socialista: Rodríguez Zapatero visitó Melilla siendo el primer Presidente del Gobierno de España que lo hace de forma oficial, obviando las reivindicaciones soberanistas del reino alauí. Poco después, por indicación del Gobierno de España, los Reyes visitan Melilla acompañados por la Ministra de Administraciones Públicas y, nuevamente, a pesar de las quejas marroquíes.

En cambio, Aznar viene cuando ya no se le necesita. Durante 8 años de Gobierno del PP, no quiso asistir a la conmemoración del V Centenario de la españolidad de Melilla – declinó su visita delegando en uno de sus ministros (Rajoy) a cuya cena de recepción no acudió Imbroda -. Tampoco fue capaz de visitar la Ciudad de Melilla tras las tragedias humanas de la rotura de un Depósito que albergaba 25 millones de litros de agua y que causó 11 muertos o el accidente aéreo que se cobró 38 víctimas mortales. Por tanto, la visita de Aznar podemos calificarla los melillenses de visita de un testigo incómodo que no ha aportado nada positivo. Al contrario, a puesto en riesgo la actividad diplomática, ha ejercicio deslealtad institucional y, en clave interna del PP, ha cuestionado a Mariano Rajoy dejándolo en un segundo plano.

Si yo fuera del PP o, incluso, si fuera Mariano Rajoy consideraría muy en serio la opción de cesar a Aznar de cualquier cargo orgánico del Partido. El Presidente de un Partido está legitimado por la militancia para tomar ese tipo de decisiones. Pero lo dudo, Rajoy no lo legitimó la militancia, sino el dedo de Aznar. Por tanto, imposible que esto ocurra, máxime cuando el primero le debe el cargo al segundo.

En definitiva, las aguas vuelven a su cauce gracias a la intensificación de la vía diplomática. Con esto ganan los melillenses, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y España en su conjunto. El PP, nuevamente se descuelga y queda anquilosado por su oportunismo.