Desde aquí quiero felicitar el Ramadán a todos los melillenses, españoles y ciudadanos del Mundo. Felicito tanto a los musulmanes como a los que profesan cualquier otra creencia, porque el Ramadan en Melilla no sólo es un precepto de los musulmanes sino una festividad compartida por todos los ciudadanos melillenses, independientemente de la religión o creencia que profesen. Así lo vemos en el seno de mi familia, donde el Ramadán es compartido con familiares, amigos y vecinos, sin distinción alguna.
El Ramadán es un mes en el que se toman decisiones importantes. Cada musulmán decide elegir no comer ni beber mientras dura la luz solar. Son capaces de prescindir de algo importante por algo más importante: la paz y la felicidad consigo mismos, la fidelidad a sus creencias, a su presente y a su futuro. Realmente, el Islam es un conjunto de actos sencillos pero extraordinariamente llenos de profundas implicaciones que cierran puertas o vínculos con el mundo de los totalitarismos y las idolatrías. El Ramadán es un acto sencillo y a la vez poderoso y definitivo que propicia la paz personal y familiar, el encuentro entre seres queridos, la reafirmación en la fé y el auxilio a los más necesitados.
En este sagrado y festivo mes del Ramadan, las calles de Melilla volverán a ser protagonistas de la diversidad, del encuentro cultural y portadoras de los intensos olores de la gastronomía bereber melillense. En este mes, una vez más, las calles de Melilla serán testigos de una realidad: cómo los melillenses avanzamos juntos hacia una Ciudad más Intercultural, haciendo cosas sencillas.
Amin Azmani
Diputado local y Secretario General de Juventudes Socialistas de Melilla
