NUESTRO PERIÓDICO DESDE SU FUNDACIÓN EL 13/06/2010 AL DÍA DE LA FECHA

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NACIMOS LIBRES, SOMOS LIBRES Y CONTINUAREMOS SIENDO LIBRES

sábado, 11 de septiembre de 2010

REMITIDO






POR LA ESPECIAL

 
DIA DE LA PATRONA
Es un a pena como poco a poco se van cargando las fiesta de nuestra ciudad, poco a poco se va perdiendo todo ese gracejo que teníamos, ya han terminado por este día ¿cual será el siguiente? .

 El rocío ya no es lo que era ahora se limita a  una mañana  que se sube y ala a las cinco de la tarde para abajo. ¿ no era mas bonito antes cuando se subía el día antes y se pasaba la noche bailando comiendo bebiendo  entre amigos ?, claro entonces existían asociaciones que trabajaban para sus barrios como la de Averroes que a medio camino  ofrecía a  los participantes su vasito de sangría , y sus bollo , con atún, o con lo que fuera ponía sevillanas, y antes de eso¿ que me decís de la paradas que iban realizando a cada paso?, era tan bonito, que pena que se haya perdido solo porque las autoridades no participan en proporcionar mas seguridad, ¿ es tan difícil poner un dispositivo de seguridad en los pinos ? creo que no pero en fin , claro que ya no quedan asociaciones como las de antes ya solo quedan asociaciones agradecidas que no hacen nada así van las barriadas, pero a los hechos me remito , antes el día de la patrona  estaba dentro de la feria como es debido pongo por ejemplo la ciudad de Tarifa que también lo celebra el día  ocho pues bien el pasado domingo bajaron a su virgen  desde el santuario la feria comenzó el sábado y ayer llevaron  a su virgen por la ciudad, claro esto seria lo correcto también en la nuestra pero eso era antes ahora resulta que es un día donde la ciudad esta muerta no hay nadie porque no hay donde ir , entonces pues eso, un día que debería ser alegre , pues parece un domingo mas donde todos se van a la playa a disfrutar, es una pena  porque ¿aquí no se necesita seguridad como en el rocío verdad Sres. ?.............

 Aquí se necesita iniciativas y ya que la feria no es en honor de la patrona pues Sres. trabajen un poquito mas por el ciudadano de a pie que para eso estáis, y no para ir de recepciones y comilonas, cada día que pasa Melilla tiene menos actividades así como se va a atraer al turismo si lo poco que hacen no esta al alcance del ciudadano de a pie sino a los privilegiados y culos agradecidos.

 Sres. yo os diría que trabajéis mas por la ciudad, que no se vive solo de comilonas y recepciones para unos pocos que el pueblo esta ahí, y ese si que es soberano y lo mismo que ahora estáis puede que llegue el día que el pueblo se harte y os quiten el sillón dorado que con tanto fervor amáis.






POR MARI NIEVE VIDA VERDÚ



          Señor Alcalde, señor Presidente.
Así que una, sobre las diez menos cuarto de la noche, lo que le pedía el cuerpo era ponerse en pie, manos chocando y de la boca un grito: Presidente, Presidente, Presidente.
Y en la retina, en la memoria, la imagen de un señor con bigote, traje chaqueta y corbata, muy bien plantado, que en el hemiciclo nacional, tomaba la palabra y se dirigía a la Nación en mi nombre, en el nombre de todos los melillenses, como máxima autoridad que se había ganado en las urnas, sin necesidad de traiciones, puñaladas, subvenciones y otras tropelías al uso actual.
Casi, casi, sería volver del revés aquello de que buen vasallo, si hubiera buen señor. O no, mejor dejarlo así, que hoy por hoy, está como mas de actualidad, visto lo que vemos y lo que tenemos que soportar.
Reprimidas las enfervorizadas ganas de retrotraerme, diez o doce años atrás y volver a exigir mi derecho a ir a las urnas, convencida e ilusionada, que no se ha vuelto a repetir, me puse el uniforme de la ironía, del cinismo y el sarcasmo y di un vistazo al respetable que, igual que yo, habíamos cedido a, la curiosidad primero, el morbo, después, por ver que nos iba, que nos tenía que decir, el último alcalde del ayuntamiento melillense y el primer presidente de la mal llamada y ya popularmente aceptada Ciudad Autónoma de Melilla, que algunos cursis limitan a un escueto CAM y también lo aceptamos, porque ante tanto incapacidad política, el ciudadano termina viendo como bueno lo superfluo, lo baladí, lo estúpido y lo innecesario.
Un improvisado presentador y demostrado amigo, dadas las circunstancias, ante la timorata negativa de quien se comprometiera en el principio a hacerlo, nos dice a los presentes quien es, quien ha sido el ilustre conferenciante. Lógicamente se queda en el pasado y en el presente, pero a mi no me duelen prendas y me atrevo a decir quien va ser en el futuro, atención, porque esto va de exclusiva: sencilla y llanamente Ignacio Velázquez Rivera y no necesita más, porque con eso, tan solo, es pura historia melillense, su nombre forma parte, por derecho propio de la historia contemporánea de Melilla.
No voy, ni quiero, entrar a valorar su trayectoria política (gestión de los intereses melillenses), porque se me va a ver el plumero, si es que ya no se me ha visto de lejos.
Alguien le ha llamado, lo ha titulado: el padre del estatuto de autonomía.
 Si, que no es poco, dado que los parteros, las comadronas, hicieron lo posible y lo imposible, por recortarlo lo máximo posible y, como ayer noche nos recordó, con ese buen hacer que le distingue y el señorío que le acompaña, con las zancadillas del socialismo, primero en esa Andalucía, a la que no se por mor de que afinidad nos quisimos acoger como provincias novena y décima (Ceuta y Melilla) que no consintieron por miedo a perder su ya precaria situación en aquellos entonces y que ahora han convertido en su cortijo particular y agencia de colocación de amigotes y familiares. Segundo, que el estatuto de autonomía salió refrendado de la ciudad con el consentimiento unánime de todos los partidos políticos, excepto de uno. Adivinen como se llamaba, y si no déjenme que tenga el inmenso placer de decirlo yo: UPM, con un solo representante en el Consistorio y el nombre de dicho representante, ya lo dejo a la inteligencia del lector, que a mí ya hay ciertas cosas que me dan grima escribir.
Y nosotros, hoy, aquí queriendo firmar colaboraciones con una Junta de Andalucía que nos escupió en toda la cara y que siguen siendo los mismos “señoritos” los que la manejan.
Decía el conferenciante, recordaba a los asistentes, que ha pasado, sin pena ni gloria, el 15 aniversario de la consecución del estatuto de autonomía para Melilla (pobre y ramplero, pero nuestro).
Y se preguntaba que se ha hecho, por los políticos melillenses para mejorarlo, ampliarlo.
La respuesta es bien sencilla, nada de nada, porque desde hace doce años, está ciudad está envuelta en una constante batalla de intereses políticos, de luchas electorales, guerras por pillar “cacho”, de aquí o de allá y con esos “cachos” comprar voluntades que vivan bien cuatro años y que en fecha puntual, cumplan con su parte del contrato: el voto para quien bien les paga. La dignidad guardada en un armario. Y si la Esteban, por su hija mata, aquí por un puestecito de trabajo, aunque sea de lo más precario, también se mata, en este caso a la dignidad y la independencia (llamémosle libertad).
En una corta hora desgranó el señor Velásquez, la historia más reciente, del acontecimiento más importante que nos ha ocurrido a los melillenses. Dijo lo que tenía que decir y lo dijo con ese señorío que le caracteriza y esa sonrisa que le delata, que provocó cierta contenida hilaridad entre los presentes, por reconocer que los hechos que se le achacaban, en aquella burda pantomima de moción de censura, que apoyaban quienes hoy sientan sus reales, en los banquitos del poder, son los mismo, bastante más acentuados que los que se daban y con una ausencia de democracia, de respeto al contrario, que parece ser, que por cuestiones numéricas, no tiene derecho ni al pan ni al agua, ni al aire que respira.
Si algunos esperaban un mitin político, una declaración de futuras intenciones, se fueron con el rabo entre las piernas, porque la clase del señor Velázquez, quedó manifiestamente expuesta.
Que se pueden sacar conclusiones, pues claro, porque a buen entendedor con pocas palabras bastan. Dijo lo que tuvo que decir y lo dijo como el sabe decirlo.
Y si no escúchenlo en Cablemel que cubrió la conferencia desde el principio hasta el fin.
Como final de este extenso artículo, ningún político en activo en la sala, lo que ya deja a las claras en que ambiente de sordidez se mueve la política en esta ciudad. El señor Guerra, don Emilio, allí estuvo, marcando diferencias.