NUESTRO PERIÓDICO DESDE SU FUNDACIÓN EL 13/06/2010 AL DÍA DE LA FECHA

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NACIMOS LIBRES, SOMOS LIBRES Y CONTINUAREMOS SIENDO LIBRES

miércoles, 23 de marzo de 2011

Por José Valdivieso-Morquecho Marmolejo

MELILLA, EL PARAÍSO TALIBÁN

Se perfectamente que el 99% de los melillenses piensan como yo, 
y no lo dicen por miedo 
¿Tolerancia? ¿Respeto? ¿O más bien es que todos nos hemos vuelto zumbados perdidos? Melilla la venden, nos la venden, como ejemplo de respeto y tolerancia, aunque yo más bien la definiría como un claro exponente de la sumisión, del miedo y de la mediocridad. 
Pues ni tolerancia ni leches, aquí no se tolera al diferente y la Ciudad Autónoma es cómplice de estas actitudes, pero no solo eso, sino que además, las fomenta. 
¿Sabían ustedes que hay un Gimnasio en la Casa de la Juventud? Me imagino que no, pero créanme que hay uno que lo pagamos entre todos los melillenses con nuestros impuestos. 
Hace un par de semanas me acerqué a preguntar el horario del gimnasio, precio… Cuál fue mi sorpresa cuando me dijeron que el gimnasio abría por las mañana y por las tardes, pero que yo solo puedo asistir por las tardes, debido a mi condición de varón. 
¿Hola? ¿Perdona? Me sorprendieron mucho esas palabras, así que pregunté… ¿y eso por qué? Pues la explicación fue la siguiente: El gimnasio abre por las mañanas exclusivamente para mujeres y, por las tardes, está abierto para hombres y mujeres… 
¿Hola? ¿Perdona? Pues más aún me sorprendieron estas palabras, así que pregunté… ¿y eso por qué? ¿por qué si me llamara María o Fatima puedo ir cuando quiera y si me llamo José o Mustafa solo puedo ir por las tardes? 
Pues la explicación fue la siguiente: Es que por las mañanas solo abrimos para las mujeres, para que las musulmanas con pañuelo no tengan que hacer deporte junto a los hombres, es que ellas nos lo pidieron… 
¿Hola? ¿Perdona? ¡Pero ni que yo les fuese a escupir! ¡Esto es discriminación por género en una instalación pública dependiente de la Ciudad Autónoma! 
¿A dónde vamos a llegar? Qué una panda de señoras no quiera verme, debido a una mentalidad retrograda y machista, no es motivo suficiente para que el Gobierno de mi ciudad me prohíba la entrada a un local que es de todos los melillenses. 
Esto es muy sencillo, si el gimnasio es público, ha de estar abierto para toda la ciudadanía, y si alguien no quiere ver a alguien allí, pues que no vaya… o que pague por encontrar esa separación repugnante en un gimnasio privado. 
Unas creencias religiosas no todo lo justifican, y menos aún con mi dinero de por medio. No tengo absolutamente nada en contra del uso del pañuelo ni nada por el estilo, que cada una haga lo que le de la gana, mientras que a mi también me dejen hacer lo que yo quiera. 
Soy un ferviente defensor de la libertad, de la premisa de “que cada uno haga lo que desee, siempre que no le haga ningún daño a nadie”, pero que un determinado grupito de señoras, en complicidad con la Ciudad Autónoma, pretenda alcanzar una supuesta libertad a base de prohibirme a mí… por ahí no paso ¿acaso eso es libertad y tolerancia? ¿No será más bien una nueva sumisión a mentalidades arcaicas más propia de Afganistán? 
Pues termino este artículo diciendo que me alegro mucho de que estas señoras hagan deporte, pero no de que lo hagan prohibiéndomelo a mí. 
Ah!! Cuando he comentado todo lo expuesto a amistades que, por cierto, pensaban como yo, y reflexionaba sobre si denunciarlo públicamente o alejarme de posibles follones, ante el miedo de que me puedan acusar de intolerante o lo que fuese, me he dicho que hasta aquí hemos llegado. Quién quiera ver lo que no hay tras mis palabras, que lo vea, no es mi problema. Yo solo se que me alegro mucho de que estas señoras hagan deporte, pero no de que lo hagan prohibiéndomelo a mí. 
Y por último, esta vez de verdad, ¿qué nos apostamos a que el Ejecutivo Local no hará nada al respecto? Y aunque nadie vaya a decir nada, se perfectamente que el 99% de los melillenses piensan como yo, y no lo dicen por miedo.