Por: Pedro Gallardo
Y es que teméis se os acabe el chollo,¡ vividores !
Se va aproximando inexorable la contienda y hay quienes temen la tupida red clientelar y de adictos pegajosos de ocasión se desmorone. Las subvenciones, ayudas, las prebendas y favores pueden resentirse con el cierre del grifo y los vientos de transparencia por llegar.
El monopolio del destino, los mismos y repetidos beneficiarios, el benefactor gobernante, ve y siente que se puede acabar el chollo, el chollazo y manejar a su libre decisión, lo público, los dineros de todos, según su interesado dominio, la cesta de voluntades amasada. Y es que todo llega, campeón, es que una década da para mucho y se va acabando el canto del “teje y maneje a mi manera”, y los que te envolvieron en alabanzas te van a pasar cuentas, cuanto no les puedas responder, por mal acostumbrados y viajeros de ocasión, en un arroz que se os ha pasado sin vuelta atrás por lo mucho vilipendiado, bandera de servilismo y servitud.
Y lo que más me da alas para volar en libertad, es comprobar en mis propias carnes, un simple ciudadano, como os queréis quitar de en medio a todo bicho que discrepe, a todo díscolo e insurgente que destape las miserias mentales y falta de conciencia de quienes legitimados, han creado las condiciones del “basta ya” y el cambio por llegar, inapelable, cayendo y limpiando todo mamoneo y privilegio contagiado de indecencia moral y falta de llaneza, falsos nobles de corral y satrapía.
Melilla, nuestra Melilla, necesita aires de libertad, un vendaval de ilusión y de esperanza que desplace tanto aposentado y les haga ver las luces de ese final, que llega imparable, inexorable, y que se aproxima, graciable, haciendo realidad necesidades, que no sueños.
Y es que cuando se prioricen las actuaciones, los gastos, quedará en segundo plano los encuentros en el TRYP o V Pino y el solomillo y adobado con “Reservas sin barril”. Es que se gobernará para todos, haciendo algo más que bocas de incendio en Reina Regente y Carretera de Hidún y otras periferias y extrarradios, convencidos de que los de “allí” merecen tanto como los de aquí, menos favores, sonsonetes y mesnadas, virreinatos del “alepú” y culeros de salón ,puros pelotas.
El Régimen fenece en su propia falta de fe y burdo hartazgo. Los apoltronados tiemblan, vomitan en circunloquios de pobreza, siendo algunos los que ya se preparan para un nuevo amanecer, dispuestos a cambiarse de traje o discurso, Todo sea por la gracia concedida y temporal, expuesta a los “aires de destemplanza”, el chollo y gañoteo se debilitan, lágrimas con sentido, se siente la buena nueva. El 22 de Mayo, la confirmación de la incerteza para algunos, tientos en tabernas populares en libertad, migas a lo grande sin tanta atadura y debe, fiesta ciudadana, verdad a protagonizar.
Oye Gallardo, ¿ de corazón me lo dices, estás convencido de ello?, a lo que respondo, no se si creerlo, al menos lo deseo, aspirando a tener como mínimo, los mismos contrincantes, a los que cantarles, “el tiento del chollo”, y vaya por delante este pequeño avance, melillear sin despistar, pues uno vive de sus suores y espantos, de alegrías y aspiraciones proclamadas, contrapuntos sin soledad.
Y se puede conseguir,¿ acaso lo dudas?, de ti depende.
Por cierto, he permitido a los lacayos de boca chica, se les deje recoger las migajas en recuerdo de sus débitos y ansiedades por llegar, teniendo todo cura hasta la proyectada sepultura, la única verdad, incuestionable, donde somos más que iguales, aves de paso.
