MELILLA Y SU HOSPITAL COMARCAL
PUERTAS DE SOLIDARIDAD I
Pensé en otros títulos para esta colaboración: "EL COMARCAL, UN HOSPITAL QUE MELILLA NO PUEDE NI DEBE PERDER". "EL COMARCAL, ESE HOSPITAL DE MELILLA TAN CERCANO". "EL HOSPITAL COMARCAL: PROYECCIÓN DE MELILLA EN EL EXTERIOR". Hubieran valido igualmente para contar esta realidad que no es un cuento, pero que, si se convirtiese en cuento, lo sería, gravemente, para nuestra desgracia. Pido perdón a las/los cuentistas e incluso a mi mismo, que tanto me gustan los cuentos.
Para Melilla, para nosotros los melillenses, ciudadanos españoles europeos del sur, cuando finalice la construcción del Nuevo Hospital (Hospital Pagés de Melilla) y cuando entre en funcionamiento, es esencial y es imprescindible el mantenimiento de nuestro Hospital Comarcal, su continuación en la prestación de servicios persiguiendo prioritariamente el bien y la seguridad del paciente, como hasta el día de hoy viene observándose, con la promoción y protección de la salud como bien social preferente de los melillenses.
Creo es conveniente analizar esta cuestión clave: el riesgo de pérdida de nuestro Hospital Comarcal que afecta en conjunto a nuestra protección de la salud como ciudadanos. Riesgo de pérdida que afecta a la profesión médica, que tiene ante sí una doble lealtad que debe compatibilizar, "el servicio al paciente que se tiene delante y al SNS, que es como servir a todos los pacientes que están por venir", como recordó el doctor Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, en una de sus últimas intervenciones; y afecta al resto de profesionales sanitarios, farmacéuticos, enfermería y auxiliares y demás trabajadores de la salud. Enlazo este riesgo de pérdida de nuestro Comarcal con la pérdida de calidad de la salud, con la pérdida de profesionales sanitarios, con la pérdida de la calidad asistencial y con el consiguiente aumento de los riesgos para todos los pacientes.
Entiendo que hay que procurar hacer este análisis, con total ausencia de intereses partidarios, bajo el amparo de los artículos 41 y 43, ambos en relación con el artículo 14 de nuestra Constitución, y con los instrumentos que ofrecen la Ley General de Sanidad 14/1986, de 25 de abril, la Ley 16/2003, de 28 de Mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, RD 1030/2006, de 15 de septiembre, de cartera de servicios, y demás disposiciones de aplicación, en el bien entendido que el acceso y las prestaciones sanitarias se realizarán en condiciones de igualdad efectiva (art. 3.2 de la citada Ley 14/1986). Dicho esto, puedo añadir y añado que, han pasado ya 25 años desde la entrada en vigor de esta Ley General de Sanidad y, respetuosamente, creo no debería pasar ningún otro año más incumpliéndose esas condiciones de igualdad efectiva en el acceso y prestaciones sanitarias y permanecer los melillenses en esa injusta, ilegítima e ilegal situación de inequidad.
Considero como digo, esencial e imprescindible, la continuación y plena disponibilidad del Hospital Comarcal, para poder ofertar una mejor y mayor atención especializada sanitaria de calidad que es necesaria en Melilla, dentro de su infraestructura sanitaria, entendida esta como conjunto de elementos o servicios que se consideran necesarios para la creación y funcionamiento de su organización. Y afirmo que es necesario para Melilla mantener y acrecentar el stock de capital público de la ciudad en lo referente a los servicios de salud. Infraestructura sanitaria, que, como la de educación, provee servicios básicos a la actividad productiva y a su población. Siendo esta una cuestión en directa relación con la sustentabilidad y perdurabilidad a largo plazo de la ciudad.
La continuación del funcionamiento del Hospital Comarcal, es esencial e imprescindible para mejorar y fortalecer nuestra propia existencia. Asimismo me atrevo a afirmar que es nuestra mejor, más importante y mayor fuente de trabajo para todos los colectivos estatutarios y categorías laborales y profesionales. Esta cuestión laboral es de radical y fundamental importancia para todas las familias melillenses con hijos estudiando, o terminando sus estudios, o ya finalizados éstos, deseosos y dispuestos a trabajar. Y, como no, esencial e imprescindible para dar el mejor sentido, el mejor desarrollo y la mejor proyección de Melilla como territorio-frontera del sur de Europa en el norte de África.
Como este es nuestro territorio, ese es nuestro entorno socio-geográfico, esa es nuestra vecindad con Marruecos, y esa es nuestra realidad vital diaria como ciudadanos. Y, por consiguiente, esta es la realidad existencial diaria de nuestra sanidad, de nuestra salud, de nuestro Hospital Comarcal, y será el día a día del Nuevo Hospital. Quizá por esto, a veces digo que, no debemos olvidar que la puerta del Hospital está en la frontera de Beni enzar. Quizás por eso también digo que, es esencial y es absolutamente necesaria la continuación de nuestro Hospital Comarcal y su futura coexistencia con el Nuevo Hospital. Ambos, como el magnífico Hospital de Cataluña: l’Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, con vistas al mar, abiertos a los vientos del Mediterráneo, y, no lo olvidemos, con sus puertas en la frontera.
El Nuevo Hospital, estamos seguros, contará con el mejor y más moderno equipamiento de calidad. Tendrá la mejor asesoría, colaboración y laboriosidad posibles, cual es, la formación, la profesionalidad, la calidad, la dedicación, la responsabilidad, el interés y la experiencia en su trabajo con que cuenta todo el personal del Hospital Comarcal, y, naturalmente, el perteneciente a los servicios especializados que se trasladen, y ello bajo la dirección coordinada de las diferentes Jefaturas de Servicio y Especialidades, Gerencia, Dirección Atención Primaria, Dirección Territorial, Colegios Profesionales, Subdirección General, Presidencia del Ingesa y la propia Ciudad de Melilla que, impulsarán, promoverán y tutelarán cuanto sea conveniente, necesario y útil para hacer que esto sea realidad para los años 2014/2015, con la esperanza de estar ya vencida la crisis económica.
Melilla, 14 de Febrero de dos mil once.
