DENUNCIA DE
Geles Trejo Jiménez
A LA REPUDIABLE CAFETERIA “EL PORTALON”
DE LA CALLE GENERAL MACIA
FELICITACIONES AL 061
A primera hora de la mañana del día veinticuatro de enero de 2011, mi padre sufrió un infarto en las inmediaciones del puerto de Melilla. Dado que su caminar se volvió torpe y su cara reflejaba el dolor que estaba padeciendo, un viandante acudió a socorrerlo y con grandes dificultades consiguió llevarlo a una cafetería que posiblemente conocemos todos los melillenses y que se encuentra cercana al puerto, su nombre "El Portalón", y para más señas, en la calle General Macías. Cuando algunos clientes de la cafetería advirtieron la gravedad de la situación llamaron al servicio de ambulancias, personándose de inmediato en el citado lugar con la mayor de las diligencias y profesionalidad que cabría esperar. Hasta aquí, quiero agradecer profundamente al equipo de guardia del 061 del día mencionado su labor, tanto profesional como humana demostrada. Sin embargo, he de decir que, mientras este equipo de profesionales practicaba "in situ" los primeros auxilios a mi padre, la propietaria de la citada "cafetería" (en países tercermundistas las he visto muuuucho mejores), no cesó de increpar a los técnicos de la ambulancia para que lo sacasen de allí y lo atendieses en otro lugar, debido a la mala imagen que éste suceso podría dar a sus clientes.Como supongo que cualquier humano puede imaginar, mi dolor por el sufrimiento de mi padre es infinito, pero agravado por la terrible crueldad y desprecio por su vida con la que fue tratado por dicha individua, éste se acrecienta hasta el infinito y más allá.
En yuxtaposición a esa actitud tan deplorable quiero destacar de nuevo la actuación de todo el equipo de guardia del 061: Maria del Carmen García Hinojo (telefonista, Nordin Mohamed Ahmed (conductor) Mustafa Hamed Al-lal (técnico) ya que gracias a la celeridad en su actuación y, no me cabe duda, que a la humanidad demostrada también, mi padre aún conserva la vida. Ante un ser tan inhumano, cruel, despiadado, brutal, desalmado......, no me queda más que desearle que se pudra en el más profundo de los infiernos. A buen seguro que mis amigos jamás volverán a poner los pies en ese lugar mientras siga teniendo la misma propietaria.
Geles Trejo Jimenez |