Por: Pedro Gallardo
Matanza de Atocha, 34 años ya
Hay fechas que no se olvidan, las lleva uno muy dentro en su agenda vivencial, particular, por hechos que te marcan. Este Lunes 24 de Enero se han cumplido, cumplen , 34 años de la matanza de los abogados laboralistas del entonces ilegal PCE. Cayeron cinco y cuatro heridos en esa masacre del fascismo tardofranquista, de los que se resistían a la transición en tiempos de Adolfo Suárez, los coletazos sangrientos del régimen dictatorial abominable.
Atocha nº 55, “7 días de Enero del camarada Juan Antonio Bardem”, más de 200.000 personas despidiéndolos en Madrid y cientos de miles, llorándolos en muchos rincones de esta España que avanzaba por el camino nada fácil, de la democracia naciente y de la renuncia por ella, a tanta ignonimia. “ Memoria para recordar, memoria para no olvidar , memoria para rendir merecido homenaje”, sin grandes titulares, sin justo eco, pero sentida en nuestros particulares corazones. Las sensibilidades hoy, van por otros derroteros, mas rosas, más intrascendentes y hueros, menos implicados y conscientes de lo que tenemos y por quienes.
Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides, Francisco Javier Sauquillo, los tres abogados. Serafín Holgado, estudiante de derecho y, Ángel Rodriguez Leal, administrativo. Los cuatro heridos lo han podido contar y la vida se los ha ido llevando, alimentando con su ejemplo nuestro reconocimiento. ¡ Qué maravillosa frase pensamiento pronunció Paul Eluard, no hace tanto, en Madrid, en el Ateneo, en homenaje, cuando nos invita a compartirla
“Si el eco de su voz se debilita, pereceremos”. Por eso, modestamente , escribo estas palabras, para aumentar el eco a redoblar, pues el tiempo no está hecho para olvidar , optando por refrendar a aquellos que no debemos dejar arrinconados.
Sin ningún género de duda, el hecho marcó la transición española, siendo legalizado entre otros, el PCE y llevando por primera en la historia democrática a la extrema derecha a los banquillos, ellos chulos y con camisa azul, juzgados y condenados, quedando pendiente aún hoy, profundizar y saber más de los auténticos cerebros y sus fieles descendientes, a controlar, nostálgicos del pistolón y el aceite de ricino, de tan nefastas tropelías.
Las cruces del Consejo de Ministros en 2.002, llegaron tarde, pero llegaron.
Mi aportación, mi reconocimiento, mi recuerdo. No lo habéis podido disfrutar , pero, ¡ por sus obras los conoceréis !. Y tanto...