DÍA ESCOLAR DE LA PAZ
Y LA NO VIOLENCIA
EDUCACIÓN PARA LA PAZ Y LA CONVIVENCIA
Hoy 30 de enero coincide con el asesinato en 1948 de Ghandi,
que fue un hombre sencillo, convertido en héroe en la memoria popular, activista político y defensor de la “no violencia” y de la Paz como camino.
Redacción: En nota informativa remitida por SATE-STEs, la paz es un gran valor del que apreciamos su importancia práctica con actitudes y conductas que lo desarrollan en la convivencia diaria. Aunque toda la historia esta repleta de aportaciones al concepto de paz hechas por los hombres y por las mujeres, aún no hemos conseguido que se extienda la paz en el mundo.
Hablar de la paz es un placer utópico desde la razón y desde los afectos; y sobre todo, si lo hacemos cuantificando los grandes beneficios que podría aportar a la humanidad la paz si se permitiese su existencia y aplicación directa en el mundo de la política y de las grandes decisiones, en el de las relaciones entre los países y en los negocios de las empresas. Pensemos con rabia, ¿qué poder real tienen la ONU o la UNESCO en algunas ocasiones? Recordemos Irak. La guerra después de tantos siglos con millones de muertes inútiles e injustas, de niños y niñas, de mujeres y hombres; los gobiernos tendrían que prohibir que siga siendo un negocio.
Al educar para la paz, también formamos en otros valores que la potencian, definen y enriquecen: justicia, igualdad, tolerancia, respeto, inclusión, interculturalidad, cooperación… Para que la paz sea posible hace falta, y cada día más, una cultura de la “no violencia”. Para lograrla primero, habría que creer en ella; y segundo, incrementar el presupuesto para construirla. Es impresentable para el ser humano que en el siglo XXI sigan muriendo mujeres por la injusta violencia machista.
La educación para la paz es necesaria para la convivencia, y en concreto para aprender a resolver los conflictos de forma pacífica, tal y como plantean los objetivos educativos existentes en la legislación vigente y en los currículos. Pero para lograr estos objetivos es precisa la implicación de toda la comunidad educativa, educando también en las familias en la misma dirección, hacia la convivencia pacífica y en todos los valores que implica.
En el nivel internacional, que se sigan resolviendo los conflictos como se hacia en la época de los romanos (con la violencia, con la guerra...) no aporta nada positivo al esfuerzo que desde el profesorado se viene haciendo a favor de “educar para la paz”. Además, tenemos que exigir que en su agenda los políticos den pronta solución a lo que llama Johan Galtung “violencia estructural”[1], que se manifiesta en las hambrunas, pobreza, enfermedad, injusticia, son muertos silenciosos.
SATE-STEs considera necesario que la comunidad educativa se implique a diario en la educación en valores, y como prioritarios la Educación para la Paz y la convivencia, para conseguir una futura ciudadanía defensora de la igualdad, de la justicia, respetuosa, crítica, activa, democrática, pacífica, dialogante, cooperativa, tolerante… En una sociedad con esta ciudadanía se podrá vivir mejor.