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miércoles, 5 de enero de 2011

Por: Cristina Chamorro- UPyD


Un nuevo modelo de partidos políticos para superar la crisis

El modelo de Estado Social y Democrático de Derecho, consagrado en el artículo 1.1 de nuestra Constitución, no ha concluido su evolución, teniendo en su configuración como Estado de partidos y en su configuración como Estado internacionalmente integrado, dos vías evolutivas abiertas y siendo además el momento actual de crisis económica, un peligro para su subsistencia y una situación que obliga a su reformulación. 
Es por tanto imprescindible la consideración de estos tres vectores (el modelo de Estado que queremos, el papel de los partidos políticos, y la situación de España como Estado internacionalmente integrado en la UE) como básicos, a la hora de pensar y proponer salidas al momento de crisis en el que nos encontramos. 
Dicho esto, en esta reflexión me voy a centrar únicamente en la necesaria evolución del modelo de partidos políticos. 
Los partidos políticos, son instrumentos esenciales de la participación política, como vehículos de intermediación entre la sociedad y el Estado y como organizaciones que al hacerse presentes en los órganos del Estado, condicionan y suponen una transformación de dimensiones extraordinarias en el funcionamiento real de las instituciones y en la estructura del Estado. 
Pero si bien es cierto, que la democracia actual se ha transformado, como consecuencia de la interacción entre el sistema estatal y el sistema de partido; también lo es, que la propia democracia ha transformado a los partidos enfrentándolos a nuevos retos. 
En la actualidad asistimos a un proceso de homogeneización de los partidos que tienden a convertirse, en su totalidad, en "partidos de electores". Partidos, que se alejan de su coherencia ideológica, para así adaptarse al mercado político, convirtiéndose, por ello, en "meras agencias electorales", es decir "en máquinas para ganar elecciones", razón ésta, por la cual, sus programas son cada vez más coincidentes entre sí, es decir, "hemos pasado de partidos de afiliados y militantes a partidos de políticos". 
El modelo de partido se encuentra en crisis; crisis, que se deriva de muy diversas circunstancias, aunque sin duda, una de las más importantes es la inexistencia de un sistema de financiación adecuado. Es decir, un sistema de financiación, que, permita, por un lado garantizar la autonomía de los partidos políticos frente a los poderes privados; y por otro, que los partidos se acerquen a la sociedad civil. Y es que, como consecuencia del sistema de financiación pública instaurado en las democracias actuales, los partidos políticos necesitan del voto del electorado para su propia subsistencia, convirtiéndose, por ello, en instituciones débiles "muy dependientes de los medios de comunicación, a los que atienden más que a sus propios militantes y votantes, procurando evitar a toda costa su hostilidad" Razón ésta, por la cual, es posible afirmar, que, "si la democracia actual es democracia de partidos, también es, acaso por eso mismo, "mediocracia", gobierno de los medios de comunicación. Y ello es así porque en la democracia de partidos se vive en campaña electoral permanente". ¿O no son acaso las actuaciones, especialmente de los partidos mayoritarios, reflejo de esa campaña electoral permanente, en vez de respuesta al interés general? 
Puesto de relieve este diagnóstico, ahora toca a los partidos políticos pensar qué deben hacer (ya que este cambio ha de venir de la reflexión interna de los mismos) para recuperar su coherencia ideológica, volver a ser partidos de afiliados en los que se debate de política, en vez de "las máquinas de ganar elecciones" en las que se han convertido, recuperar su independencia frente a los poderes privados y mediáticos, modificando el modelo de financiación y acercarse a la sociedad civil, constituyéndose en los canales de ascenso de las demandas sociales y recuperando de ese modo la función de socialización e integración política que corresponde que les corresponde. 
La evolución de nuestro modelo de Estado, va por tanto muy unida a la evolución del modelo de partidos políticos. 
Únicamente desde un modelo de partido nuevo, podremos "hacer posible lo que es necesario".