Por: Pedro Gallardo
Escribo lo que escribo, y no me apropio de lo que no es mío
Soy insistente ,soy pesado, pero no acepto, me siento incómodo se me adjudique en el blog “Pedro Gallardo blog en el faro de Melilla”, un artículo que es de Salvador Ramírez, acerca de la celebración del fin de año en TVM. Lo hago de segundas, por correos de nuevas tecnologías, advirtiendo del fallo, sin respuesta ni rectificación al uso, procedente, displicente, pero no llego a más, y a esperas estoy de ser acogido en su sabio seno y concesión de humilde razón.. ¿ Lo ha sido siendo resbaladizo por el estrés del momento y respuesta a otros acontecimientos? . Por respuesta a mi espera, no lo sé, nada incrédulo, paciente pero a esperas del correspondiente y necesario argumento justificativo, no deseado incidente, de propiedad intelectual que no corresponde, inapropiada y sin voluntad explícita o deseosa de “gentes”, que desearía, mías. Pero al César y a “Ramirez”, lo que es suyo, sin compartir, de momento, por sana y nada apetecible competencia, ante un profesional como la copa de un , o dos “pinos”, o más.
Realizada esta salvedad, necesaria, me posiciono en el día a día de hoy, Martes 4 del Nuevo año. Sigo avalando la ganancia de facultades olfativas en momentos de apertura de día hábil o lectivo a nivel de ocio , cada vez menos vacacional. Sigo fiel a mis principios fumando en la ancha calle, arropado por conocidos y menos, proscritos del posible delito o falta, o sanción, o advertencia, por mor de la potente nicotina, con Nico y con Tina, nada divorciados, cada vez más enrabietados. Vaya dúo, vaya pareja, vaya sustancia nada inconexa, de suculentos dividendos, nada inaccesibles para la gente de pedestal oportunista y nada consanguíneo con los privilegios de casta azul, que yo deploro.
Sigo esperanzado, ilusionado hacia el artículo opinión número cien del blog , que caerá en breve. No es un reto, es una necesidad, de un compungido insatisfecho que desea cambiar un mundo , siendo un imposible posible en mi mundo ideal, el que me mueve, el que me llama a dar la tabarra, al ajos pica, al llamado por intruso e indecente, por antisistema, nada ecuacional y con incógnitas que todavía domino, por posos bien asimilados en honor al siempre reconocido, profesor Buenestado, Don Tomás, para los adictos al momento vivido en el “Juan Fernández” del 63-64, más paínos que nunca.
Y saliendo de los balances del año, no me puedo desenganchar de dos queridos personajes, de dos humanos sin igual con los que tengo algo pendiente y no por voluntad propia. De Don Juan, de mi informal bien apreciado, que no me contesta, deseándole salud y demanda reiterada de una segunda oportunidad, por fallos humanos o por tolkianas intenciones, permisivas por el Consejo sideral que admite nuestras “utopías”, nuestras ensoñaciones y lágrimas de paz y serena complacencia. La segunda, mi admirada MariNieves, ese ejemplo de VIDA comprometida, ese halo de esperanza donde las clases populares son llamadas a recobrar su papel y dignidad, donde los privilegiados comiencen a purgar sus penas, sin descuento, sin hacienda que les avale, por abusos reiterados ni éticos ni estéticos. De ella, espero respuesta, nada iluso, por fiel y compañero distante, lejano y próximo en objetivos de igualdad y regeneración, sin vacunas, por convicción perdida y oportunidad, generosamente concedida, sin que me pese.
Y León Gieco, me reclama para cambio de pista, ahora a dúo con el cóndor andino, con las esencias de “jacará y Manco Capac”, con el europeísmo ilustrado de los díscolos afrancesados, de la “Gades antifernandina” y de pescaito popular de muelles y jergas decimonónicas, por populacho nada despreciativo y sello universal. Y le escucho, y le admiro, y vuelvo a repetir sus lamentos, su poesía, esperando más carga de libertad, justicia y licor de malvasía nada sucedáneo, pertinente y orgulloso de sus antaños, revolucionarios y en proyección, por siempre duradera.
Y no desdeño, la intrusión de Heredia, de Víctor, de mi argentino , indígena y americano, con su “fogata de amor”, con su llamada a no disgregar voluntades en pos de un mundo mejor, reclamado,¡ hermoso pensamiento, poetizado y bien cantado!.
Y al Sr. Salvador Ramírez, solicitud de este ciudadano de base, de condonación en propiedades e intelectualidad, nada digna a mi persona por no creada.
Mañana, pienso gozar de un Melchor, no sé si en jamelgo o encamellado, que reparta caramelos, y si no cojo ninguno, al menos la ilusión de verlo, desde mis recuerdos y efluvios, todavía infantiles en plena madurez y sana senilidad manifiesta, siendo a escoger, los de limón y fresa por azar incontrolado.
Desde la Medina no conocida, y echando en falta, mi tribuna, siempre a reconocer, más siempre a agradecer, gallardamente quedo.
Así lo creo, así me quiero recrear, sonriéndole también a mi hermano “Baltasar” y compañía, en Jueves tarde, por llegar.
Nota Redacción: La presente opinión de nuestro colaborador voluntario “Pedro Gallardo”, no ha podido ser publicada el día indicado al no haber habido ediciones con motivo de los “ Especiales de Reyes Magos 2011