Por: Pedro Gallardo
ECONOMÍA SUMERGIDA, SUBSISTENCIA Y EXPLOTACIÓN
“Aunque no todo el mundo lo entiende y funciona
de la misma manera”
de la misma manera”
Economía de subsistencia para muchos y negociazo y explotación de algunos reyezuelos que campean a sus anchas ante una permisividad y connivencia deleznables.
Conocí a Luis Fernando Echanove de Asís, inmigrante chileno de Arequipa hace quince años. NO, no tiene ninguna relación con el actor Juan, aunque se enorgullece de su sangre euskalduna y esencia araucana. Lo conocí cuando era uno de tantos que buscaba mejorar sus condiciones de vida y la de su familia allende del mar, deseoso de portarla a tierras hispanas catalanas. Repartía prensa escrita cada día y muy de madrugada, hacía repellos, portes, lo que saliese, siendo todo un “manitas”, un multiuso cotidiano, un lince hiperactivo que no decía no a nada que supusiese una pela, moneda de entonces.
Hoy vive la crisis siendo un auténtico reyezuelo, orgulloso de no padecer estrecheces, desarrollando sus facultades y liderazgo, salvando obstáculos con todos los medios a su alcance en un frontera con la ley digna del mejor trapecio, cayendo y subiendo de la red y coreado por todo un ejército de súbditos a su mando, unos auténticos privilegiados que se aseguran el trocito de tarta subterránea de mil gustos.
Lo que más lamento del chileno es su sincero reconocimiento a mi persona de su renuncia a sus principios de igualdad y progresismo, a su fondo cristiano de base, pues domina en él, el sentirse complacido por tanto atento y adulante que le aclama y constituyen su pequeño “imperio” de lavacoches, seguretas no oficiales, rebuscadores de contenedores y cien más, siendo esta la cara amable y laxa del engranaje; de las otras, mejor no hablar. Reconoce su renuncia a sus esencias ideológicas, aquellas que hicieron que en busca de libertades de las que no gozaba, buscase nuevos horizontes, pero intenta justificarlo, enseñándome “er taco” voluminoso de cada bolsillo, diciéndome que “es lo que manda y abre puertas”, y quejándose de tanto alzado de cuello blanco y privilegio, a los que no considera ni más legales ni más correctos y hacendosos que él. En el animado encuentro y recuerdo de vivencias, me intenta demostrar que yo vivo en un mundo feliz y de ensueño, que lo tengo todo, que no se lo que es pasar necesidad, contándome mil situaciones de las que no he de dudar o al menos no puedo desdecirlo. Culpa al SISTEMA de todo, del agraciado por cuna a tener de todo y tantos desheredados que le han hecho moverse en el pragmatismo puro y duro y el dinero fácil, culpando a la Administración ya los políticos en general,-por mucho que le llamo al error de generalizar-, los que lo consienten e incluso “chupan del bote”no queriendo verlas o llevándose en especies el silencio.
Este ingeniero técnico aeronaval por estudios y dos décadas de ejercicio, confía en volver algún día a sus cincuenta a lo que fue la razón de su vida, su vocación, y en esa espera, combina la plusvalía sin factura legal ni fisco avizor de sus múltiples actividades, con algún que otro avioncito de papel o materiales reciclados, que regala a quien enzalce sus genialidades constructivas. Vive el presente intensamente, reiterando con pesadez el ¡ mamacita, mañana Dios dirá !
Y es que según él, no hay quien le quiera hincar el diente al tema, hay tanta caries,¡ se mueve tanto ! que...mejor dejarlo como está, sintiéndose un Robin benefactor , dulcificando miserias, esperando tiempos mejores, pues creo, estoy convencido, continua con su fondo, pero las circunstancias son y han sido las que son.
Él sigue soñando en dominar toda una amplia flota de escuadrillas de justicia y equidad...
A todos los Luís Fernando de nuestra sociedad, de nombre imaginado por respeto a este personaje real, como la vida misma. Salud en este regreso, en este deseado reencuentro. Y este verano, igual me sorprende con el avioncito prometido, al que tendremos que bautizar como mandan los mejores cánones, pero si, con las letras de Víctor Jara.
¡ Hecho!
