SINDICATOS
UGT-MELILLA, HAY QUE ACTUAR CON POLÍTICAS CONSENSUADAS PARA IMPULSAR SIN DEMORA EL CAMBIO
DE MODELO PRODUCTIVO
DE MODELO PRODUCTIVO
Los datos de la EPA confirman que el mercado de trabajo
ahonda aún más en su deterioro
ahonda aún más en su deterioro
Luís Hidalgo: Los anuncios de esta semana se confirman con los resultados oficiales de la Encuesta de Población Activa, cuyos datos referentes al primer trimestre del año 2011 ha publicado hoy el INE. Recoge un nuevo aumento del número de desempleados, de 213.600 personas frente al trimestre anterior, lo que eleva la tasa de paro hasta el 21,3% de la población activa, un punto por encima de la registrada en el último trimestre de 2010, y 1,2 puntos por encima de la recogida hace un año. Además, la población ocupada disminuye en 256.500 personas, lo que supone una reducción del 1,4% respecto al trimestre anterior. El mercado de trabajo no sólo no se recupera, sino que ahonda aún más en deterioro. La ligera recuperación que se contempló en el tercer trimestre del año pasado ha quedado en el olvido. Y todo porque la economía aún no remonta. La reforma laboral de junio de 2010 (ratificada en la Ley 35/2010 de septiembre) no sólo no logra sus objetivos de reducir las elevadas tasas de temporalidad y facilitar la creación de empleo, sino que empeora las condiciones de trabajo, precarizando aún más el trabajo con la destrucción de empleo indefinido. Por eso los sindicatos hemos puesto en marcha una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para revertir los aspectos más lesivos de la reforma laboral. La ineficacia de las políticas impuestas contrasta con las políticas que se implementan tras un proceso consensuado, como el Acuerdo Social y Económico, que pretende el impulso del crecimiento económico, y por tanto del empleo, garantizando el mantenimiento del Estado de Bienestar. Las políticas de reducción del déficit, el cumplimiento de los pactos y estrategias europeas y las condiciones impuestas a un conjunto de economías que no mantienen el mismo ritmo económico, no son las más adecuadas para nuestra economía y nuestro mercado de trabajo. Porque cambiar el rumbo de las políticas, pasando de políticas expansivas a restrictivas, en aras de controlar los déficit públicos, no tiene las mismas consecuencias para todas las economías europeas. En Alemania, Francia o Finlandia, la crisis económica es ya una cuestión del pasado. Para ellos, se trata de consolidar el incipiente crecimiento económico, en un marco de control del déficit público y ante los peligros de repunte de la inflación. Las políticas económicas que necesitan no son las mismas que las que le urgen a España: una crisis de demanda se combate con políticas expansivas, ya sean fiscales o monetarias. La actividad económica no remontará con mayores recortes y sin estímulos públicos.